Nuevas generales, angustias y otras recetas
Espero que hayáis estado bien durante los meses que he estado desaparecido. Mi vida sigue dando giros inesperados y se me hace difícil dejaros aquí algún rastro de mi existencia. El último año lo he pasado ocupado en mil cosas, he tenido un año muy movido, por lo cual, me ha sido difícil concentrarme. He podido pintar muy poco, gracias a estas eventualidades de las cuales por ahora os digo lo mínimo indispensable. Cuando pinto, mi cerebro viaja a miles de kilómetros por segundo: todas las cosas que he leído y he pensado, se intensifican en mi mente y logro ver e intuir cosas que no logro comprender durante estados psicológicos más tranquilos. Cuando pinto, como estoy en un estado de actividad cuya ejecución es inconsciente (pues no me es ya necesario hacer psico-evaluaciones estéticas “habladas”), lo cual me deja tiempo libre para meditar sobre muchísimos argumentos y, si tengo preocupaciones o algunas razones para estar estresado, mi mente se enfoca en esas cos...