Bocetos y luchas: mil años como un día







He podido, finalmente, publicar ocho páginas de mi trabajo, La Nocturna Deidad, a través de una plataforma online de podcasting. Me pregunto si es éste el mejor modo para dar a conocer una labor que ha estado gestándose dentro de mí durante tanto tiempo. Ahora que está online y después de tantos trabajos, sobre todo después de tanto tiempo, he abierto este blog donde podré contar mi experiencia delante del teclado que, a pesar de que es un átomo en los mares de tinta de nuestro tiempo, o mejor dicho: mares de caracteres virtuales que abarrotan los periódicos, los perfiles de Facebook y blogs en general, digo, puede que mi experiencia logre ayudar a otros fantasmas de la literatura, como yo. 
He trabajado en este libro por más de una década, incluso probé publicarlo en España por allá, por el lejano 2013, sólo que, de todos los agentes editoriales a los cuales escribí, sólo algunos me respondieron, pidiéndome, anticipadamente, dinero para examinar el texto. Conservo todavía las mails, nunca he borrado nada. Conservo, incluso, mails más viejas todavía. No vi positivamente estas propuestas, me refiero a las peticiones de dinero por parte de los agentes, porque, es lógico que si mi trabajo hubiese sido bueno o malo para ellos, no me habrían hecho una propuesta indiferentemente al contenido del documento que les envié, sino que me habrían dicho sí o no, sí trabajaremos contigo o no lo haremos. No respondí a sus avances, por una cuestión de principios. En esa época leía muchos blogs online, sobre publicación de libros y demás, ninguno aconsejaba aceptar tales peticiones; quizás algunas buenas oportunidades se me hayan escapado entre los dedos por mi faltas de interés en ese sentido, quién sabe. 
Soy pintor, un artista, es a lo que me dedico. Las letras fueron una especie de necesidad a la cual tuve que darle de comer, principalmente, por ciertas dificultades que tuve que afrontar en mi adolescencia. Quise poner en orden mis ideas para hablar mejor en el liceo y así comencé a escribir, con la intención de ser un mejor conversador. ¿Lo logré? No, absolutamente no. Esto, sin embargo, puede ser el contenido para otro post y creo que os lo dejaré allí, en suspenso, con la promesa de tocar el tema en el futuro. 

Volvamos al presente: en esta oportunidad os enseño unas ideas que garabateé en mi Moleskine hace no menos de seis años. Nunca he puesto la fecha a mis bocetos, por lo cual, me basaré en una hipotética fecha de creación, apelando únicamente a los datos que conservo en la memoria. 
Lo que veis son una de esas ideas que te vienen antes de cenar. Las realicé del mejor modo que pude, con pocas líneas, directamente desde el modelo de mi mente. Todos los dibujos representan la misma cosa: Eren Thintie, la noche en que fue descubierto. Comencé dibujando un hombre desnudo, flotando. Sin embargo, el vlado era un adolescente cuando fue encontrado por el grupo de ávhelas, así que, como veis, en los dibujos siguientes, traté de dibujar un cuerpo más joven y delgado y con menos músculos, esto, junto a una hipotética tipografía para el título del libro. Para vosotros, que leéis, os será gracioso, pero llegué a reflexionar por meses en cómo sería la definitiva tipografía del título del libro y qué cosa iría a representar en su portada. 
He aprendido una cosa que luego leí en otra parte, en un blog sobre cine: cuando uno hace un proyecto con características más personales, tal proyecto resulta ser más creativo. La frase la compuso más o menos en esos términos Martin Scorsese. Yo llegué a la misma conclusión hace años, por esta razón hice el título del libro con mi propia caligrafía. El dibujo que representa la que fue mi idea definitiva, temporalmente, está separado de estos primeros bocetos por no menos de cinco años. El garabato lo hice en uno de esos pequeños y colorados bloquecitos de papel que se usan para anotar las ideas y pegarlas luego en la nevera. ¿Sabéis cuáles son? La idea la continué en otros cuadernos y más tarde la realicé en un programa de diseño. 
He conservado todo. 
El video, al final, es un intento que hice el año pasado. Esta solución gráfica del título, me gustó, a pesar de que este año la he modificado un poco para poder cargarla en Ivoox, cuya foto de perfil impuesta a los usuarios es de forma circular. Todas las ideas previas os la presento aquí, tengo decenas de otros papeles, pero todos tienen un gran parecido, al menos, las cosas que recuerdo. Todo lo que vaya encontrando lo iré cargando. Tengo una cantidad de cuadernos de apuntes enterrados en la biblioteca desde hace años. A veces, cuando me los encuentro por error, me sorprendo.
Por ahora os dejo. Hoy es 24 de agosto y son exactamente las ocho y dos minutos de la tarde. Me encuentro delante de la ventana en el apartamento donde vivo con mi novia, aquí en Roma, Italia. Se está haciendo tarde y creo que iré a cocinar algo.








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